El famosísimo principio «socializar las pérdidas, privatizar (apropiarse de) las ganancias« ya tiene una nueva manifestación práctica en nuestra economía intervenida, en nuestra democracia tutelada: la reforma laboral que propone Zapatero, a petición de los empresarios. Parece que lo que quieren (Zapatero y Díaz Ferrán, por eso aplaude 😉 ) es lo de siempre: que entre todos (entre los de siempre, mejor dicho), a escote, paguemos lo que quienes provocaron la crisis (accionistas, especuladores, directivos de grandes empresas y bancos) no quieren pagar.
¿Que el despido es muy caro? Nada, nada, lo abaratamos. No os preocupéis por eso. Lo importante es la confianza, la confianza de los mercados. Si hace falta, para que no me llamen mentiroso, lo que falta lo ponemos entre todos, y así nos sale mejor a todos. Eso sí, ¿a estas alturas alguien –además de FG y algún otro neocón– sigue creyendo que abaratar el despido genera empleo?
La ley del embudo: para tí lo estrecho, para mí lo ancho. Menú a la carta para mí, dieta para tí.
Huelga general, ya. Pero indefinida, a ver si conseguimos que todo esto reviente de una puta vez.